agua ardiente

Alguien lo vio salir de noche por el rio,
nadie vio sus naves incendiarse,
fueron desapersivos sus movimientos.
El viento sacuidio la espuma de su mente,
se escapo del olvido antes del amanecer,
nadie escucho las cadenas que tenia en los pies.
Nadie, y el sonrio por eso, y brindo con agua ardiente,
su sombra fue buena compania, lastima que no bebiera,
lastima que estaba en el pais de los sobrio.
Tambien sonrio por eso, pero sin brindar,
simplemente no le dieron ganas.
La sombra no lo comprendio y lloro.
Dicen que se ato los cordones, antes de maldecir,
antes de ver el fuego de su barco en llama,
una luz lo alumbro en el empedrado.
Se lo vio beber la ultima gota de la petaca,
se lo vio crucificado,
junto a un artista,
y un verdugo,
Nadie vio su sombra, que naufrago en un charco.